nstagram es una red social muy sencilla. Subes fotos o vídeos de hasta 15 segundos con breves comentarios o hashtags, aplicando -o sin aplicar- filtros ya preconfigurados. Se acabó.
Nada de enlaces en los comentarios, nada parecido a re-publicar, “repinear” o “revinear” (de momento) las cosas de otros. Tus fotos o vídeos y, si acaso, texto y/o etiquetas. Punto.
En su sencillez y en esa capacidad de hacernos sentir un poco fotógrafos gafapasta con barba de profeta y jersey de lana gorda reside parte de su magia . Pero esa “magia” no sólo es compartida por los usuarios mayoritarios de Instagram: jóvenes adultos y urbanitas que muestran su vida e inquietudes plásticas a través de un filtro X-pro o Walden, sino que muchas marcas han adoptado la plataforma en sus estrategias de marketing desde hace dos o tres años…con mucho más éxito que otras redes, en teoría más potentes.
Cuida tu perfil.
Toda marca debería tener una cuenta en Instagram con su nombre, aunque tú o tu cliente o tu jefe no os plantéis usar Instagram. Luego llegan los listos y pillan el nombre de usuario y reza para que no sean trolls…
Hay que tener en cuenta que el perfil es el único lugar en Instagram donde vas a poder colocar un enlace activo. Si quieres que la gente acceda a tu sitio a través de esta red social debes ponerlo ahí. Luego, en los comentarios a las fotos o vídeos, puedes hacer alusiones al enlace y a que visiten tu perfil.
La imagen que pongas también es importante, cuídala. Si tu empresa tiene un logotipo lo más normal es que lo use para identificarse. Pero si hablamos de generar marca personal ten en cuenta que esa foto aparecerá en pequeñito cada vez que alguien que te siga repase sus fotos y hayas publicado algo y también cuando interactúes con alguien en la pestaña de notificaciones.
Lo último, pero si acaso lo más importante, es la bio. Es ahí donde le decimos a la gente quienes somos y qué compartimos. Debe responder a la pregunta ¿quién eres? y ¿por qué debería seguirte?, nada largo o sesudo. Simple y directo.
Publicar frecuentemente.
Para una marca (personal o empresarial) no tiene sentido estar en Instagram para publicar de vez en cuando. No se va a atraer el interés de nadie sólo con una publicación mensual, ni siquiera semanal. Lo ideal sería publicar al menos diariamente, o como mínimo tres veces por semana
No hacer spam
Hay una diferencia entre publicar frecuentemente y dar la murga a la gente con demasiadas fotos. No se trata de publicar cada foto que hagas, hay que ser selectivo. Tener claro la idea que se quiere transmitir y la intención de cada publicación
Publicar fotos interesantes
¿Es una motosierra eso que oigo? (pequeña broma para los habituales )No, en serio, no todos somos fotógrafos profesionales ni con talento (aunque no seamos profesionales) pero podemos intentar ser un poco originales a la hora de tomar nuestra foto buscando un ángulo raro que escape de la típica foto de catálogo, bien iluminada, centrada, etc.
Es difícil encontrar el equilibrio entre el “churro patatero” y la foto interesante -incluso esto es mera cuestión de gustos- pero como norma general, si vale para un catálogo de productos, no vale para Instagram, al menos esa es mi opinión.
También están los estudios que te dicen qué es lo que más gusta en Instagram y, por lo visto, si quieres tener una foto que funcione, ha de reunir las siguientes características:
- Con alta luminosidad.
- Con alta proporción de fondo.
- Con colores dominantes en la gama de azules (fríos)
- Con un único color dominante
- Con baja saturación de color
- Con imágenes de texturas diversas.
- Las autofotos (selfies) “poniendo morritos” funcionan mejor que las sonrisas de toda la vida.
Usar las etiquetas adecuadamente
Una marca debería de etiquetar con hashtags cada foto que publicara. Se podría, por ejemplo, ver los temas de actualidad (trending topics) e intentar adaptarse a los mismos o aprovechar su tirón para intentar destacar. Herramientas como Instawaves puede sernos de ayuda en está búsqueda.
Los hashtags son también la oportunidad de crear potentes acciones de marketing. Aparte de los concursos que veremos a continuación, simplemente animar a la gente a usar un hashtag concreto para luego darle difusión en tu propia página o red social favorita puede ser algo a tener en cuenta.
Curación de contenidos específicos.
Hay muchas marcas que sólo comparten fotografías enfocadas a un tema concreto y muy específico, por lo que son seguidas en tanto que son consideradas un referente -gráfico- en su nicho. Esta táctica de curación de contenidos visuales está indicada para captar seguidores muy segmentados y por tanto con alta posibilidad de engagement pese al relativo escaso número de los mismos.
Comentar y hacer “me gusta”
La parte de red social debe ser cuidada y las interacciones son siempre aconsejables. Más aún cuanto más reducido sea tu público objetivo.
Geolocaliza tus fotos
Esta práctica es recomendable sobretodo en negocios con sede física. La gente hace búsquedas por el nombre de lugares en Instagram y si tu tienda, bar, hotel o consulta dental sale entre las fotos del lugar que buscan… igual ganas una visita
Etiquetar personas
Esta práctica habría que usarla con moderación, pues a no todo el mundo le gusta ser etiquetado en una foto o citado en el comentario de una marca. No obstante, si así se considera, es una manera estupenda de implicar a seguidores que se ven más conectados con la firma.
(Fuente: CommunityCurator.com)
